Los derechos cinematográficos para un posible remake de "Desayuno con Diamantes" están actualmente en disputa.
Una de las joyas del cine y la literatura, “Desayuno con diamantes”, es motivo de disputa en los tribunales estadounidenses por sus derechos cinematográficos. El litigio es entre Paramount Pictures, la casa productora de la película homónima, y el Fideicomiso Literario de Truman Capote. Institución que es la heredera legal de los derechos del autor después de su muerte.
Según la antigua Ley de Copyright estadounidense de 1909, la duración de estos derechos era de 28 años y después de dicho plazo, podían renovarse automáticamente. Y si bien los argumentos que ambas partes defienden son distintos, los dos tienen su origen en la fecha de muerte de Capote, en 1984. Antes de que se cumpliera el tiempo de duración de los derechos cedidos por el autor al estudio para la producción, en 1960.
Aunque la película se estrenó en 1961, tras la muerte de Capote los derechos cinematográficos que se habían cedido se revirtieron a su patrimonio. Destinado a la caridad de acuerdo a la voluntad del escritor.
Esta reversión tuvo su origen en una decisión del Tribunal Supremo de EEUU, en un caso llamado Steward vs Abend. El Tribunal falló dictaminando que si los herederos adquieren los derechos de autor de una persona fallecida, tienen también la potestad de permitir o prohibir la creación y explotación de obras derivadas.
Todo ello, independientemente de los acuerdos anteriores que el autor original hubiera formalizado con terceras partes. En línea con esta decisión, la cesión muere con cuando muere el autor y por tanto, el sucesor puede prohibir o volver a permitir el uso continuado de la obra derivada. Sin embargo, en España, los derechos de autor post mortem tienen otro tratamiento.
No obstante, la singularidad de esta doctrina era que solo afectaba a los derechos domésticos, es decir, dentro de EEUU. Por consiguiente, no incluía a los derechos extranjeros que se hubieran cedido. Así, de acuerdo a esta decisión los derechos domésticos se habían revertido al patrimonio de Truman Capote, mientras que los extranjeros habían permanecido en Paramount.
En 1991, ambas instituciones firmaron un acuerdo de opción de compra según la cual Paramount tendría la posibilidad de adquirir los derechos cinematográficos sobre la historia. La idea de fondo era producir una precuela o una secuela basada en la historia de Capote.
Sin embargo, también pactaron que en caso de que Paramount no ejerciera su derecho de compra sobre los derechos cinematográficos de la historia, tendría que revertir al Fideicomiso de Truman Capote. Y esto incluía todos los derechos de explotación, es decir los domésticos y extranjeros. Así, Paramount ejerció su opción de compra sobre los derechos pero no produjo la película.
La nueva disputa por los derechos cinematográficos
Y esta es la razón por la que en noviembre de 2020, estas dos partes se han vuelto a encontrar otra vez en disputa. Siendo ahora la interpretación precisamente del citado contrato, la que se encuentra en tela de juicio.
Ha sido el Fideicomiso de Capote el que ha interpuesto la demanda ante el Tribunal Federal, sobre la base de que en tanto la película no había sido producida, los derechos extranjeros habían sido revertidos.
Todavía no hay una respuesta oficial por parte de Paramount pero por el momento sí ha dejado clara su posición de tratar el caso en base a la interpretación del contrato de 1991. Y así, se pueda determinar que efectivamente Paramount ejercitó su opción de compra y retiene todos los derechos cinematográficos para hacer el remake de la película. No obstante, aún no ha interpuesto demanda alguna.