El Informe Anual de Amenazas de EEUU no solo pone el foco en los cibercriminales, sino en los estados y en las empresas.
Como todos los años, el Senado de Estados Unidos ha recibido recientemente el Informe Anual de Amenazas de su agencia de inteligencia. Y aunque básicamente se refiere a los peligros que enfrenta este país, consideramos que también es posible extrapolarlos a España.
De entre los distintos topics tratados, hemos escogido lo relativo a ciberamenazas y nuevas tecnologías. Y como primer punto que destaca entre algunas de sus conclusiones, por ejemplo, es que el país norteamericano ya no es la potencia hegemónica en tecnología. Sino que otros países como China han conseguido logros mejores en este sector.
De hecho, podemos conocer más al respecto en el libro de superpotencias de inteligencia artificial de Kai-Fu Lee. Donde se detallan los avances chinos por delante de otros países. Pero China también se ha autoimpuesto ambiciosas metas tecnológicas para 2030. Además de obligar a sus empresas a compartir tecnología e información con su gobierno. Huawei es un claro ejemplo de una empresa que debe compartir información y darle acceso a los dispositivos que fabrican. Como ya se conoce, esto ha causado que EEUU y algunos países de Europa hayan bloqueado la instalación de dispositivos 5G de esta empresa por ser inseguros.
Pero no solo China, también otros países como Rusia están invirtiendo mayor cantidad dinero y reclutando mano de obra cualificada para mantener su soberanía tecnológica.
![Informe Anual de Amenazas de EEUU Informe Anual de Amenazas de EEUU](https://institutocid.com/wp-content/uploads/2021/06/markus-spiske-70Rir5vB96U-unsplash-1.jpg)
Grupos de hackers
Del mismo modo, este apartado señala que las nuevas tecnologías pueden poner en manos de pequeños grupos una fuerza que desestabilice la economía o la sociedad. Como los equipos de hackers, que se dedican a atacar a otras empresas o las fake news rusas, que afectaron las elecciones de 2016 en EEUU.
Por otro lado, destacan que los ciberataques realizados por los estados siguen siendo bastante relevantes. Pues buscan sobre todo robar información de empresas u otros países, influenciar las relaciones de otros países o incluso de la industria. Y cada vez existen más gobiernos con esta capacidad, así como también grupos organizados.
Aunque la mayor preocupación siguen siendo Rusia, China, Irán y Corea del Norte. Que también cuentan con grupos de hackers a sueldo, usados para atacar empresas en otros países y conseguir divisas, criptomonedas o bloquear servicios concretos. El último de los mencionados es el mejor ejemplo de ello. Porque se sospecha que grupos bajo su control han realizado ataques consiguiendo una cantidad aproximada de 1 300 millones de dólares.
El Informe Anual de Amenazas de EEUU y el control a los ciudadanos
Otro punto que destaca es que la tecnología está siendo usada por los gobiernos autoritarios y menos liberales para controlar cada vez a más ciudadanos. Pareciéndose a la utopía de George Orwell de 1984. De hecho, en Hong Kong, a raíz de las protestas realizadas recientemente, China ha impuesto medidas de censura y cierre de servicios online.
Por último, podemos ver que las democracias están debatiendo acerca de cómo proteger la seguridad y derechos de los ciudadanos a través de la imposición de nuevas leyes. Mientras que las grandes empresas tecnológicas pueden limitar estos derechos de manera unilateral. Un ejemplo, es la censura de Twitter a alguno de los posts del expresidente Donald Trump y la posterior suspensión de su cuenta. Limitando de forma unilateral el derecho a la libertad de expresión amparado por la constitución americana.
Como conclusión de este Informe Anual de Amenazas de EEUU, nos encontramos en una posición de fuego cruzado entre países, grupos organizados, ciberdelincuentes o grandes empresas. Donde cualquiera de las amenazas pueden interrumpir el servicio que estamos usando, robar nuestros activos o información e incluso limitar nuestros derechos fundamentales.
Nuestra mejor baza, por tanto, es protegernos de manera activa con mayores medidas de seguridad. Como contraseñas o dispositivos más seguros o una mejor concienciación de la amenaza existente para anticiparse a que sucedan. Así como realizar una copia de seguridad sobre la información que considere más sensible.