El caso de IKEA es paradigmático en un sistema que está acostumbrado a estas prácticas que atentan contra los derechos de las personas.
El espionaje que realizó IKEA Francia respecto de sus empleados y algunos de sus clientes le ha costado 1 millón de euros en una sanción dictada por los tribunales franceses. Se ha determinado que la multinacional sueca recopiló y almacenó datos personales de sus empleados, candidatos, representantes sindicales y algunos clientes entre 2009 y 2012, y que encubrió estos hechos.
La fiscalía estimó que estas actuaciones se podrían haber practicado desde hacía más de 20 años, en una compañía con 10.000 empleados. Y algunas de las conductas inapropiadas reconocidas por la entidad son el tratamiento de datos de antecedentes penales, archivos policiales y expedientes administrativos. También información sobre el estilo de vida, patrimonio y registro de cuentas bancarias.
Además, estos datos se habrían utilizado en beneficio de la entidad en disputas con clientes. Asimismo, para acceder a la información y archivos policiales se descubrieron facturas por valor de 400.000 euros a la consultora empresarial Eirpace.
¿Ejecuta Ikea espionaje sistemático?
Según Reuters, aunque IKEA reconoció estos hechos, denegó que se haya tratado de un caso de espionaje sistemático, siendo absuelta por los tribunales. No obstante, su filial francesa había sido acusada de haber establecido un sistema de vigilancia a gran escala.
El caso se inició hace 9 años cuando el Sindicato Confederado de San Denis presentó una denuncia contra la compañía, a partir de la cual, se inició una investigación de la fiscalía de Versalles en la que se encontraron correos electrónicos con información sobre solicitudes de antecedentes penales de personas relacionadas con la entidad.
Por esto, un total de 15 personas físicas fueron remitidas al Tribunal Penal de Versalles por la violación del secreto profesional y la divulgación ilícita voluntaria de datos personales. Así como por la obtención ilegal de datos personales. Ellos también han sido condenados en su calidad de empleados o exempleados de la compañía. Desde el ex jefe ejecutivo hasta ejecutivos de recursos humanos. Inclusive, miembros de la policía local se han visto involucrados en el caso.
Para el tribunal francés este caso simboliza la desaprobación y repulsión a algunas de las prácticas controvertidas en materia de protección de datos, dado que, por el uso de información a gran escala, se han involucrado empleados de diferentes empresas de grandes sectores.