Patente de sistema Némesis podría favorecer el crecimiento de un oligopolio en un sistema típicamente colaborativo
Tras más de seis años de disputas en la Oficina Estadounidense de Patentes y Marcas (USPTO), Warner Bros Interactive Entertainment ha conseguido finalmente obtener el registro de la patente de su Sistema Némesis del videojuego Shadows of Mordor. La cual estará vigente hasta 2035. Pero que puede suponer un cambio en las reglas de un sector impulsado por pequeños desarrolladores. Pudiendo dar lugar a un oligopolio.
La patente en cuestión protege a grandes rasgos y de una forma muy llana un sistema de NPCs (personajes no jugables de videojuegos). Estos pueden ser enemigos o aliados sujetos a un sistema de jerarquías y que aparecen durante el transcurso de la partida interactuando con el jugador.
Pero su principal novedad reside en que, gracias a la inteligencia artificial, estos personajes podrán recordar todos los combates con el jugador adaptando su comportamiento y a su vez el del resto de NPCs. En otras palabras, cuando el jugador se encuentra a un enemigo al que no consigue vencer, pero éste huye, cuando lo vuelva a encontrar, muy posiblemente habrá mejorado jerárquicamente. Aumentando, así, sus habilidades y convirtiéndose en un rival mucho más difícil de vencer.
Esta patente también incluye las fortificaciones dentro del Sistema Némesis. Pudiendo establecer las defensas de un fuerte con un ejército de orcos reclutados por este mecanismo.
El porqué de la polémica
Sin embargo, como dijimos al principio, esta noticia ha levantado una gran polémica dentro de la industria del videojuego. Aunque no es la primera vez que se patentan mecánicas, como ya pasó con la de recoger cosas de Katamari Damacy o de la rueda de diálogos de Mass Effect. Este tipo de derechos exclusivos no son vistos con buenos ojos por la comunidad principalmente por dos motivos.
En primer lugar, el que la USPTO haya dado visto bueno a esta patente implica que a sus ojos reviste novedad y actividad inventiva. Y, de acuerdo a voces destacadas de la industria, como el desarrollador normativo Cat Manning, se trata de una patente que bebe directamente de mecánicas preexistentes en otros juegos. Por ejemplo, de la saga Assassin’s Creed. Siendo evidente que carecería completamente de novedad.
A su vez, existe un conflicto con juegos que han sido publicados posteriormente a Shadows of Mordor (del año 2015) pero que fueron desarrollados durante el mismo período e incluyen sistemas muy parecidos. Se trata de Assassin´s Creed Odyssey, lanzado en el año 2018, con un sistema de jerarquía enemiga para los mercenarios. O, Watch Dogs Legions que salió en el año 2020 con sus sistemas Census, muy parecido a Némesis.
¿Se viene un oligopolio en la industria gaming?
En segundo lugar, la mayor crítica de la industria viene porque se trata de un texto de patente muy amplio, con unas reivindicaciones muy abiertas. Lo cual podría impedir que gran cantidad de mecánicas similares o equivalentes prosperasen en el mercado.
En tanto se esclarecen las cosas, la comunidad está a la espera de ver qué hace Warner Bros con esta patente. Pues se desconoce si seguirá una tendencia obstruccionista solicitando licencias masivas a todos los estudios o una de permisividad.
En la industria del videojuego nos encontramos ejemplos en ambos sentidos. Con actores como EA y su patente sobre Mass Effect que no han llevado a como acciones legales para su defensa. Mientras que del otro lado, otros como SEGA sí son más restrictivos. Teniendo como ejemplo la demanda que le interpuso al desarrollador del juego The Simpsons Hit and Run por un sistema de flechas flotantes que indicaba la dirección a seguir por el jugador, muy similar a su icónico juego Crazy Taxi.
A modo de resumen, el miedo que se ha instalado ahora en la industria tiene como base la posibilidad de que se rompa con un modelo de colaboración y desarrollo conjunto del sector. La cual ha sido la tendencia imperante estos últimos 30 años. A diferencia de lo que sucede con respecto a otros sectores, como esta demanda de Call of Duty.
Así, muchos estudios beben de trabajos anteriores para desarrollar sus propios títulos. Sin embargo, uno obstruccionista en el que los desarrolladores más grandes empiezan a registrar todas sus mecánicas, sin duda impedirá que muchos estudios indies y pequeños puedan desarrollar sus propios títulos. Generando, así, un oligopolio que a nadie gusta en este sector.