La radler de Mahou no se vende como la mejor del mercado, de acuerdo a los tribunales ante los que acudió Heineken.
Asegurar ser <<la primera radler Cinco Estrellas>>, reclamación que suele ser bastante usada en la publicidad, pero que fue considerada por Heineken como competencia desleal. En consecuencia, interpuso una demanda de la cual la radler de Mahou acaba de salir bien librada.
Así, la Audiencia Provincial de Madrid puso fin (su sentencia es firme porque la demandante ha decidido no recurrir), a una disputa que se originó en 2018. Ese año se realizó el lanzamiento publicitario de la cerveza, con mensajes similares al ya citado. Aclarando además que tenía un <<Sabor Cinco Estrellas con zumo natural de limón>> que es la característica de este tipo de cervezas radler. Este término alemán se puede traducir en España como cerveza “clara”.
Las alegaciones de Heineken fueron que la utilización de la palabra “primera” en la publicidad podría generar confusión porque podría interpretarse como la primera cerveza tipo “radler”. Es decir, en el sentido cronológico, la que aparece en el mercado antes que todas y denotar preeminencia en cuanto a su calidad, o en otras palabras, la mejor.
Estas dos interpretaciones, de acuerdo a la demandante, daban lugar a una publicidad engañosa de tipo excluyente que está prohibida por la Ley de Competencia Desleal.
Por qué fue desestimada
Pero los tribunales en primera instancia fallaron a favor de Mahou señalando que no había publicidad engañosa dado que aparecía inequívocamente al lado de su cerveza. Con ello se podía entender que hacía alusión a la cerveza que había sacado esta marca y no se estaba comparando con ninguna otra cerveza del mercado.
Heineken recurrió esta sentencia y el fallo a favor de Mahou se alinea con lo ya resuelto en la instancia previa. Así, ante la alegación de Heineken de que el anuncio tendría que haber incluido la frase “de Mahou”, como “la primera Radler Cinco Estrellas de Mahou”, resuelve que no es necesaria. Porque aparecía el botellín de Mahou y porque se podía comprobar perfectamente que se trata de una publicidad de esta marca. Tampoco se estaba refiriendo o haciendo alusión a otras cervezas del mercado. Así que no había ninguna duda de que no se estaban refiriendo a la primera “radler” en el mercado.
Además, en la sentencia se valoró un informe que realizó una firma a instancia de Mahou. Según el cual, de todas las personas a las que se había preguntado acerca de la cerveza, el 21% de los encuestados interpretó que se trataba de la primera cerveza “radler” de Mahou. Y solo un 3% respondió que lo que el anuncio quería decir es que se trataba de la mejor “radler” del mercado. Por lo tanto, se ha concluido que no hay lugar a confusión y que la radler de Mahou no estaba llevando a cabo ningún tipo de práctica anticompetitiva ni afirmaciones publicitarias engañosas.
